viernes, 20 de noviembre de 2009

GRACIAS


"Hoy puedo decirles que he cumplido con un deber conmigo misma, pero también con mi entorno, para darme cuenta de lo valiosa que soy y que podré ser. Pero gracias por el esfuerzo y la satisfacción de haber cumplido con nuestras metas, por el aprendizaje, y por la invitación a darme cuenta por qué y para qué estoy aquí"

Dr Yury quiero agradecerle por su colaboracion, apoyo, observaciones, e interaccion y por todas sus ayudas prestadas en el trasncurso de este curso. Espero que en este Blogs encuentre lo requerido para una satisfectoria culminacion del Curso.

Mis mejores deseos para usted y todos los que le rodean, y desde ya una Feliz Navidad!

ELEMENTOS ARQUITECTONICOS

De una manera muy simplificada, en toda construcción cabe distinguir dos tipos de elementos arquitectónicos básicos: por un lado, los que ejercen presión sobre las estructuras (elementos de carga) y, por otro, los destinados a soportar dicha presión (los sustentantes o de sostén), de forma tal que el edificio se mantenga en pie. En las construcciones sencillas de una sola planta o piso, el principal ele-mento de carga lo constituye la techumbre, que es soportada básicamente por los muros y los cimientos.


Si los elementos de carga se apoyan en los sustentantes por medio de estructuras horizontales, dan origen al sistema arquitectónico llamado adintelado (el dintel es la parte superior horizontal de los huecos o vanos); si la carga es soportada por estructuras curvas, surge el sistema abovedado (se llama bóveda a la forma curva de cierre que sirve para cubrir el espacio comprendido entre dos muros o entre varios pilares o columnas).


Por otra parte, en toda construcción se deben alternar convenientemente los macizos (muros), encargados de proporcionar protección y aislamiento al edificio, con los huecos (vanos), sin los cuales el interior de la edificación, además de inac-cesible, carecería de la necesaria ventilación e iluminación. Pero cuantos más vanos se abran en un muro, más se debilita su función de soporte; de ahí, la incorporación de unos elementos de sostén básicos: la columna (soporte cilíndrico de mucha mayor altura que diámetro); el pilar (soporte de sección cuadrada y sin proporción fija entre el grosor y la altura); la pilastra (pilar adosado al muro), y los contrafuertes, grandes machones que refuerzan los muros, bien adosados a ellos o bien unidos por medio de los arbotantes, arcos cuya función es contrarrestar y transmitir a los contrafuertes el empuje de las bóvedas. El uso de los contrafuertes adosados es característico de los templos románicos y el de los arbotantes como elementos de unión, de los góticos.



materiales arquitectónicos


Los materiales arquitectónicos básicos son la piedra y la madera, utilizados por el hombre desde la más remota antigüedad, dada su abundancia en la naturaleza. Sin embargo, la dificultad que acarrea moldear la piedra y la escasa durabilidad de la madera hizo que se buscaran otras alternativas. Así, de la mezcla del barro y la paja secados al sol surgió el adobe. Pero las primeras construcciones con adobe se deshacían con la lluvia, por lo que en lugar de dejarlo secar al sol se recurrió a la cocción en hornos de leña, para hacerlo más resistente; de este modo, apareció el ladrillo. Es éste un material consistente, rígido y duradero que, introducido en la arquitectura por las primeras civilizaciones surgidas a las orillas del Tigris y el Eufrates, fue muy utilizado por los romanos y ha perdurado hasta nuestros días, extendiéndose su uso por los cinco continentes.


Tras las civilizaciones mesopotámicas, los grandes innovadores en el campo de los materiales de construcción fueron los romanos, quienes, al mezclar piedras, arena, agua, cal y cemento, obtuvieron el hormigón, material extraordinariamente resistente y moldeable, y con el que las posibilidades arquitectónicas aumentaron de forma considerable, sobre todo desde el punto de vista de las estructuras.

MENTEFACTO

ARQUITECTURA

Ha sido considerada una de las siete Bellas Artes. Determinados edificios u otras construcciones son obras de arte ya que pueden ser considerados primariamente en función de su forma o estructura sensible o de su estética. Desde este punto de vista, aunque los medios de la arquitectura puedan consistir en muros, columnas, forjados, techos y demás elementos constructivos, su fin es crear espacios con sentido donde los seres humanos puedan desarrollar todo tipo de actividades. Es en este "tener sentido" en que puede distinguirse la arquitectura (como arte) de la mera construcción. Así es como ésta es capaz de condicionar el comportamiento del hombre en el espacio, tanto física como emocionalmente. Aunque en la actualidad suele considerarse que la principal actividad de la arquitectura va dirigida al diseño de espacios para el refugio y la habitación (las viviendas), sólo a partir del siglo XIX comenzaron los arquitectos a preocuparse por el problema del alojamiento, la habitabilidad y la higiene de las viviendas, y a ampliar su ámbito de actuación más allá de los monumentos y edificios representativos. La arquitectura es el arte y la ciencia de diseñar edificios. En los siglos pasados, los arquitectos se ocupaban no sólo de diseñar los edificios, sino que también diseñaban ciudades, plazas, alamedas y parques, y objetos de uso en las edificaciones, como los muebles. Hoy en día, los profesionales y arquitectos que proyectan y planifican el espacio urbano son los urbanistas, constituyéndose en una especialidad distinta a la arquitectura o la ingeniería civil, la cual se denomina urbanismo, en tanto que a los profesionales que crean muebles y otros objetos, se les conoce como Diseñadores Industriales.

Sin sobrepasar ninguno a los otros. No tendría sentido tratar de entender un trabajo de la arquitectura sin aceptar estos tres aspectos. "la arquitectura es una ciencia que surge de muchas otras ciencias, de ahí que tenga bastante importancia la historia de la arquitectura, sin duda es muy importante para poder tener bastantes aspectos y conocimientos de las edificaciones de las diferentes culturas prehistóricas. La teoría es el resultado de ese razonamiento que demuestra y explica que el material forjado ha sido convertido para resultar como el fin propuesto. Porque el arquitecto meramente práctico no es capaz de asignar las razones suficientes para las formas que él adopta; y el arquitecto de teoría falla también, agarrando la sombra en vez de la sustancia. El que es teórico y también práctico, es capaz no sólo de probar la conveniencia de su diseño, sino también llevarlo a la ejecución. Puedo decir que la arquitectura es un producto humano cuya misión es ordenar y mejorar nuestras relaciones con el entorno. También es necesario investigar cómo surgen los productos del hombre. De ahí me surge la pregunta:¿cuál es el propósito de la arquitectura?; y me respondo; “La vida consta de actividades cambiantes que exigen entornos cambiantes, y por lo tanto, el ambiente se nos aparecerá de diferente manera dependiendo de nuestra condición inmediata. Para tener en cuenta esta relación relativa y variable entre el hombre y el ambiente.




La arquitectura se ha materializado según diferentes estilos a lo largo de la historia: gótico, barroco y neoclásico, entre otros. También se puede clasificar de acuerdo a un estilo más o menos homogéneo, asociado a una cultura o periodo histórico determinado: arquitectura griega, romana, egipcia. El estilo arquitectónico refleja unos determinados valores o necesidades sociales, independientemente de la obra que se construya (casas, fábricas, hoteles, aeropuertos o iglesias). En cualquier caso, la arquitectura no depende sólo del gusto o de los cánones estéticos, sino que tiene en cuenta una serie de cuestiones prácticas, estrechamente relacionadas entre sí: la elección de los materiales y su puesta en obra, la disposición estructural de las cargas y el precepto fundamental del uso al que esté destinado el edificio.

La humanidad es una especie curiosa. Cuando hablamos de sus conquistas, la mayoría de las veces lo hacemos refiriéndonos a sangrientas y destructivas expediciones guerreras. Pero de vez en cuando, la humanidad también produce obras de impresionante belleza, destinadas a perdurar durante siglos para hacernos recordar a todos que, cuando queremos, podemos emplear nuestro esfuerzo y talento para construir maravillas. Más que ninguna otra cosa, son estas obras las que nos identifican inequívocamente como humanos. Nos representan ante nosotros mismos... y también, si alguna vez en el futuro acude a nuestro planeta azul cualquier visitante, serán sin duda estas maravillas las que constituyan nuestras principales señas de identidad. El nacimiento de la arquitectura va ligado a la necesidad del hombre primitivo, ya agricultor, de asentarse. Las primeras construcciones, tras unos primeros intentos en madera, hojarasca, cañas y cuerdas, debieron de ser cabañas circulares construidas con piezas de barro cocidas al sol y cubiertas vegetales primordialmente.Existió una gran arquitectura en la época prehistórica, eminentemente religiosa o ceremonial, junto a la que aparecieron grandes conjuntos arquitectónicos dedicados al hombre y a sus actividades. Se trataba de una arquitectura destinada a ser vista desde el exterior, desarrollando en sus fachadas el lenguaje de los órdenes clásicos. No obstante, se consideraba que la arquitectura poseía un rango inferior al de las demás artes, dado su carácter manual. En mi caso la historia de la arquitectura, surge súbitamente, pues el proceso histórico es lento y continuado, y en él se han ido gestando, desarrollando y materializando los diferentes estilos arquitectónicos.
Si se habla de una ruptura radical se hace referencia a nuevos planteamientos muy diferentes de los anteriores pero, son el resultado de una evolución íntimamente ligada a un cambio de mentalidad; y será precisamente este cambio de mentalidad, esta nueva idea subyacente, lo que permite diferenciar los diferentes estilos a la vez que percibir la unidad de cada uno de ellos. Es evidente que, al igual que ocurre en cualquier dimensión humana, el desarrollo choca con la tradición, y en el caso de la arquitectura, también lo hace con las exigencias prácticas, la naturaleza de los materiales y, sobre todo, con las contradicciones del propio sistema pues ,dado que ningún sistema cumple completamente sus conceptos específicos de interrelación de la diferentes partes, y dado que cada uno tiende a su autoexaltación, dicha exaltación propia acabará agudizando tanto las contradicciones que finalmente el sistema se desmoronará poco a poco. La necesidad de plasmar las ansiadas fuerzas vinculantes hizo olvidar en gran medida las propiedades de los materiales que se estaban tratando; así, se empleó la piedra, material rígido, cual materia orgánica blanda y flexible con la representación y utilización en las artes tectónicas del cuerpo humano y las formas animales, pues la materia viva encarna las fuerzas vitales presentes en todas las cosas. Tras haber realizado una breve descripción de la historia de la arquitectura desde la prehistoria hasta roma, mi impresión ha sido plenamente satisfactoria.
Sin embargo, existen una serie de aspectos que me han inquietado. En primer lugar, es curioso el planteamiento de la evolución de la arquitectura, puesto que se plantea como un cambio inevitable, consecuencia de un cambio de mentalidad, en vez de presentar la evolución como una serie de soluciones técnicas a las necesidades que se van planteando.

miércoles, 21 de octubre de 2009

VALOR ESTETICO

ARQUITECTURA

BIBLIOGRAFIA Y CIBERBIOGRAFIA


Modulo del Curso Estética (UNAD) /Jhon Jairo Cardozo Cardona/ 2007-II


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ARTE

Es preciso decir una palabra final sobre el concepto mismo de arte. La palabra «arte» y la expresión «obra de arte» han sido empleadas muchas veces en las páginas que anteceden y, sin embargo, no las hemos definido aún con precisión. Hemos señalado ya una condición negativa, a saber, que lo no hecho por mano del hombre (o, en todo caso, lo no hecho por seres sensibles) puede constituir un objeto estético, pero no debe clasificarse como arte; y también hemos mencionado otra condición positiva, a saber, que en el caso de las bellas artes (en cuanto opuestas a las artes útiles), la función primaria es estética.

Estos criterios ofrecen, sin duda, una pequeña base para distinguir el arte bueno del malo; pero es dudoso el que una definición de arte deba hacer tal distinción (la definición habría de ser neutral con respecto al valor). La confusión se debe, en gran parte, a no haber distinguido entre definiciones neutrales y definiciones de valor.

Sería comparativamente fácil definir términos como «música», «pintura», «escultura» y otros relacionados con las artes concretas, a través de la naturaleza de los diversos medios que utilizan. Pero en el caso del arte como concepto general, es dudoso el que cualquier formulación más rigurosa que la dada anteriormente, resulte satisfactoria. En todo caso, la mayoría de las definiciones dadas excluyen algunas cosas que deberíamos llamar arte (al menos, tal como se usa este término en el discurso ordinario), o incluyen algunas otras que no desearíamos llamar así:

QUE SIGNIFICA UNA OBRA DE ARTE?

Es una pregunta engañosa por incauta. En elestricto sentido de la referencia convencional, el único arte donde se dan signifícados es la literatura. Los elementos que constituyen la literatura tienen significados en un sentido que no se aplica a ningún otro arte. La palabra «gato» tiene un significado, pero el tono musical del Do medio, y una línea dentada, no lo tienen: pueden evocar diversas respuestas, pero carecen de punto de referencia convencional. Pero cuando preguntamos qué significa una obra de arte en su conjunto, no estamos hablando de símbolos convencionales. Al formular esa pregunta podemos entender una de estas cosas: 1) Podemos estar preguntando «De qué trata», pregunta cuya respuesta consistirá en indicar el asunto de la obra, si es que lo tiene; 2) podemos estar preguntando «Cuál es su tema»: por ejemplo, si la película He Who Must Die se refiere realmente a Cristo; 3) podemos estar preguntando por la tesis o proposición(es) central(es) formulada(s) o implicada(s) en la obra: por ejemplo, si la tesis de un poema concreto es que la infancia constituye el período más feliz de la vida; 4) podemos, finalmente, estar preguntando «Qué tipo de efecto produce (o debería producir) en el auditorio»: un sentido en el que todas las obras de arte tienen significado, pues todas ellas producen efectos, pero que no puede traducirse en palabras. Si pretendemos conocer lo que «significa» una sinfonía en este sentido, no nos queda otra alternativa que oírla atentamente cuando es interpretada. Sin embargo, este uso de la palabra «significado» es muy capcioso. Indudablemente, toda obra de arte produce efectos únicos e irrepetibles; pero si es esto lo que el crítico desea decir, ¿por qué no lo dice con estas palabras? Muchas personas que desean atribuir «significados» a las más abstractas composiciones musicales incluso, parecen suponer que una obra de arte no posee pleno valor ni tiene derecho a toda nuestra atención hasta que ellas la han descifrado o le han atribuido un «significado» particular.

ASPECTOS DE LAS OBRAS DE ARTE

Hay varias formas diferentes de prestar atención a las obras de arte; o, dicho de otro modo, hay varios tipos de valores que el arte puede ofrecernos y que merecen distinguirse en el análisis estético. En todo caso, he aquí algunos de los que mejor conviene distinguir.