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Sin sobrepasar ninguno a los otros. No tendría sentido tratar de entender un trabajo de la arquitectura sin aceptar estos tres aspectos. "la arquitectura es una ciencia que surge de muchas otras ciencias, de ahí que tenga bastante importancia la historia de la arquitectura, sin duda es muy importante para poder tener bastantes aspectos y conocimientos de las edificaciones de las diferentes culturas prehistóricas. La teoría es el resultado de ese razonamiento que demuestra y explica que el material forjado ha sido convertido para resultar como el fin propuesto. Porque el arquitecto meramente práctico no es capaz de asignar las razones suficientes para las formas que él adopta; y el arquitecto de teoría falla también, agarrando la sombra en vez de la sustancia. El que es teórico y también práctico, es capaz no sólo de probar la conveniencia de su diseño, sino también llevarlo a la ejecución. Puedo decir que la arquitectura es un producto humano cuya misión es ordenar y mejorar nuestras relaciones con el entorno. También es necesario investigar cómo surgen los productos del hombre. De ahí me surge la pregunta:¿cuál es el propósito de la arquitectura?; y me respondo; “La vida consta de actividades cambiantes que exigen entornos cambiantes, y por lo tanto, el ambiente se nos aparecerá de diferente manera dependiendo de nuestra condición inmediata. Para tener en cuenta esta relación relativa y variable entre el hombre y el ambiente.
La arquitectura se ha materializado según diferentes estilos a lo largo de la historia: gótico, barroco y neoclásico, entre otros. También se puede clasificar de acuerdo a un estilo más o menos homogéneo, asociado a una cultura o periodo histórico determinado: arquitectura griega, romana, egipcia. El estilo arquitectónico refleja unos determinados valores o necesidades sociales, independientemente de la obra que se construya (casas, fábricas, hoteles, aeropuertos o iglesias). En cualquier caso, la arquitectura no depende sólo del gusto o de los cánones estéticos, sino que tiene en cuenta una serie de cuestiones prácticas, estrechamente relacionadas entre sí: la elección de los materiales y su puesta en obra, la disposición estructural de las cargas y el precepto fundamental del uso al que esté destinado el edificio.
La humanidad es una especie curiosa. Cuando hablamos de sus conquistas, la mayoría de las veces lo hacemos refiriéndonos a sangrientas y destructivas expediciones guerreras. Pero de vez en cuando, la humanidad también produce obras de impresionante belleza, destinadas a perdurar durante siglos para hacernos recordar a todos que, cuando queremos, podemos emplear nuestro esfuerzo y talento para construir maravillas. Más que ninguna otra cosa, son estas obras las que nos identifican inequívocamente como humanos. Nos representan ante nosotros mismos... y también, si alguna vez en el futuro acude a nuestro planeta azul cualquier visitante, serán sin duda estas maravillas las que constituyan nuestras principales señas de identidad. El nacimiento de la arquitectura va ligado a la necesidad del hombre primitivo, ya agricultor, de asentarse. Las primeras construcciones, tras unos primeros intentos en madera, hojarasca, cañas y cuerdas, debieron de ser cabañas circulares construidas con piezas de barro cocidas al sol y cubiertas vegetales primordialmente.Existió una gran arquitectura en la época prehistórica, eminentemente religiosa o ceremonial, junto a la que aparecieron grandes conjuntos arquitectónicos dedicados al hombre y a sus actividades. Se trataba de una arquitectura destinada a ser vista desde el exterior, desarrollando en sus fachadas el lenguaje de los órdenes clásicos. No obstante, se consideraba que la arquitectura poseía un rango inferior al de las demás artes, dado su carácter manual. En mi caso la historia de la arquitectura, surge súbitamente, pues el proceso histórico es lento y continuado, y en él se han ido gestando, desarrollando y materializando los diferentes estilos arquitectónicos.
Si se habla de una ruptura radical se hace referencia a nuevos planteamientos muy diferentes de los anteriores pero, son el resultado de una evolución íntimamente ligada a un cambio de mentalidad; y será precisamente este cambio de mentalidad, esta nueva idea subyacente, lo que permite diferenciar los diferentes estilos a la vez que percibir la unidad de cada uno de ellos. Es evidente que, al igual que ocurre en cualquier dimensión humana, el desarrollo choca con la tradición, y en el caso de la arquitectura, también lo hace con las exigencias prácticas, la naturaleza de los materiales y, sobre todo, con las contradicciones del propio sistema pues ,dado que ningún sistema cumple completamente sus conceptos específicos de interrelación de la diferentes partes, y dado que cada uno tiende a su autoexaltación, dicha exaltación propia acabará agudizando tanto las contradicciones que finalmente el sistema se desmoronará poco a poco. La necesidad de plasmar las ansiadas fuerzas vinculantes hizo olvidar en gran medida las propiedades de los materiales que se estaban tratando; así, se empleó la piedra, material rígido, cual materia orgánica blanda y flexible con la representación y utilización en las artes tectónicas del cuerpo humano y las formas animales, pues la materia viva encarna las fuerzas vitales presentes en todas las cosas. Tras haber realizado una breve descripción de la historia de la arquitectura desde la prehistoria hasta roma, mi impresión ha sido plenamente satisfactoria.
Sin embargo, existen una serie de aspectos que me han inquietado. En primer lugar, es curioso el planteamiento de la evolución de la arquitectura, puesto que se plantea como un cambio inevitable, consecuencia de un cambio de mentalidad, en vez de presentar la evolución como una serie de soluciones técnicas a las necesidades que se van planteando.
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